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lunes, 15 de diciembre de 2014

"El fin del mundo es un tema aparentemente eterno, por lo menos –claro está– hasta que ocurra".

Concepto de Antropoceno... 
...el momento en el que el hombre deja de ser agente biológico para volverse una fuerza geológica, capaz de alterar el paisaje del planeta y de comprometer su propia supervivencia como especie y la de los demás seres vivos. O, dicho de otro modo, el momento del cambio en el que los humanos dejan de temer solo la catástrofe, para convertirse en catástrofe.

 "El fin del mundo es un tema aparentemente eterno, por lo menos –claro está– hasta que ocurra".

Vivimos en una certeza irrenunciable...  
"el clima está cambiando más deprisa que las acciones para remediar el problema y ningún país permanecerá inmune."

"Es más fácil creer en la ficción, que al final se revela como ficción, salvando a todos, que hacer frente al abismo de la realidad, en el que nuestro primer pie ya encontró la nada."

"Vivimos como si fuésemos drones de nuestra propia vida... 
no hacemos frente al abismo de la realidad, disociando acciones y consecuencias..."

"Vivimos pendientes de nuestra mesa de cabecera donde apagamos el despertador que nos despierta a vivir una vida que se nos escapa. El problema es que lo que nos levanta no siempre nos despierta."

El futuro próximo que nos espera debe vencer un dilema que resulta crucial para la propia supervivencia del ser humano... era más fácil darle un coche a un "pobre" que quitárselo a un "rico"; en nuestro futuro dependerá de que cualquier "pobre" acepte que puede vivir sin coche, porque el "rico" ha dejado de usarlo también. 

El futuro pasa por dejar de superdesarrollar los países superdesarrollados.

La relación que siempre se hace es que, para sacar a los pueblos de la pobreza, es preciso crecer económicamente. Y ahí tienes un dilema: si creces económicamente, con uso cada vez mayor de energía contaminante, como petróleo o carbón, vamos a destruir el planeta.

El modo como el mundo está andando no puede continuar porque se basa en una idea de que el crecimiento puede ser infinito, cuando sabemos que vivimos en un mundo finito, con recursos finitos.

Lo que el mundo necesita, es una redistribución radical de la riqueza. Cuanto más redistribuyes, menos necesitas crecer, en el sentido de aumentar la producción. La economía capitalista está fundada en el principio de que vivir económicamente es producir riqueza, cuando la cuestión realmente crítica es redistribuir la riqueza existente.

"El arma nuclear es una prueba de que algo pasó con la humanidad, en la medida en que se volvió incapaz de imaginar lo que es capaz de hacer. Es una situación anti utópica." -  Günter Anders, primer marido de Hannah Arendt.

...estamos girando al contrario. Somos capaces técnicamente de hacer cosa que no somos capaces de imaginar. Sabemos hacer la bomba atómica, pero no sabemos pensar la bomba atómica.

...estamos creando otra cosa ahora que no existía, lo "supraliminal", o sea, es tan grande que no consigues ver ni imaginar. La crisis climática es una de esas cosas.

Cómo vas a imaginar una cosa que depende de miles de parámetros???
No podemos, en estos momentos, no poseemos, aún, la capacidad para pensarlo, imaginarlo, repensarlo... sólo lo vemos como quien ve una pared o un muro muy alto; está ahí, pero mientras no nos impida caminar por nuestra parte del muro y tengamos dónde dormir, qué comer... no nos pensamos en ello.

 Es como si la naturaleza se hubiese salido del eje, impulsada bruscamente por nosotros. El mundo va, de hecho, a empeorar para mucha gente, para todo el mundo.

Algunas personas están empezando a preocuparse, pero no consiguen hacerlo parar, porque todas las demás están empujando. Dices: "¡para, para, para!". Y no lo consigues. Son muchos los que empujan...

...está en nuestras manos salvarnos. No está en las manos de nuestros responsables. No tenemos responsables. La idea de que el Gobierno es responsable por nosotros ya vimos que no sirve. Es un irresponsable. Toma decisiones irresponsables, destruye riquezas que no puede sustituir, y, por lo tanto, hay un descrédito fortísimo en las formas de representación.

El capitalismo es una máquina de hacer pobres. El pobre es parte integrante del sistema de crecimiento. Las personas creen que el crecimiento disminuye la pobreza. El crecimiento, en verdad, produce y reproduce la pobreza, saca gente de la pobreza, para poner otros pobres en su lugar.

por ejemplo, en Brasil, se está creciendo, se está dando renta a los pobres, pero ese dinero no está saliendo del bolsillo de los ricos. Está saliendo de la naturaleza. De la selva destruida. Y del agua que estamos exportando a China bajo la forma de buey, de carne y de soja. Nos estamos comiendo el patrimonio para no tocar el bolsillo de los ricos. Y cuando de lo que se trata es de crear más riqueza y no redistribuirla, hay que esquilmar la naturaleza, hipotecar a las siguientes generaciones, arrasar con todo, en una espiral suicida que...
...a dónde nos lleva???

El dinero tiene que salir de algún lugar. No está saliendo del empréstito internacional, no está saliendo de redistribuir la riqueza, está saliendo del empréstito natural. Ese empréstito no se puede pagar, Cuando la naturaleza venga a cobrar, estaremos fritos.

...si preguntas al indio, va a decir: estamos todos fritos, cualquier día el mundo va a acabar cayendo sobre nuestra cabeza, pero eso no impide que te distraigas, que te diviertas, que te rías un poco de esa condición casi patética de todo ser humano, que vive como si fuese inmortal y que al mismo tiempo sabe que va a morir. Los indios no creen que el futuro vaya a ser mejor que el presente, como nosotros, y por lo tanto no se desesperan porque el futuro no vaya a ser mejor que el presente, como nosotros estamos descubriendo. Creen que el futuro va a ser igual o peor que ahora, pero eso no impide que lo consideren con pesimismo alegre, que es lo contrario del optimismo desencantado, que es un poco el nuestro. La cosa está mal, pero todo va a salir bien, la tecnología nos va a salvar, o el hombre finalmente va a alcanzar el socialismo. Los indios creen que todo se va al garete. Pero eso no les quita el sueño, porque vivir es algo que tienes que hacer minuto a minuto, hay que vivir el presente. Y nosotros tenemos un problema, que es nuestra inmensa dificultad de vivir el presente. Los indios son personas que de hecho viven el presente en el mejor sentido posible. Vamos a tratar de vivir el presente tal como es, haciendo frente a las dificultades que presenta, pero sin imaginar que tenemos poderes mesiánicos, demiurgos de salvar el planeta. Esa es un poco mi sensación. El pesimismo alegre es una actitud que siento como característica de quien tiene que vivir, y no simplemente gente que cree que es el faro del mundo, que tiene que pensar por todo el mundo.

"el capitalismo puede no preocuparse por la atmósfera, pero es mucho más grave que la atmósfera no se preocupe por el capitalismo" -  Isabel Stengers (filósofa belga)

Siempre imaginamos la sociedad cambiando a un ritmo mucho más rápido que la naturaleza, que era un telón de fondo inmóvil en la historia del hombre. El hecho de que el capitalismo no acabe, es la razón por la cual el mundo está acabando... está claro que es más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del mundo, (aunque Fukuyama, con su tesis sobre el Fin de la Historia, nos intentara convencer de lo contrario) pero, mucho me temo, que vamos a tener que imaginar los dos... 

...para imaginar el "no fin del mundo", tenemos que imaginar el fin del capitalismo. Y eso es extremadamente difícil, porque el asunto del capitalismo nunca fue sustituir, sino sumar, superponer. ¿Entonces, qué tenemos hoy? Nunca se consumió tanto carbón como se consume ahora. Por lo tanto, eso de que el petróleo sustituiría al carbón, porque el petróleo es menos contaminante que el carbón, no es verdad. Se está consumiendo más carbón que petróleo. Ahora se está utilizando energía nuclear, energía eólica, energía solar. Y todo eso no ha bajado el consumo de petróleo. Lo que está sucediendo es que estamos añadiendo fuentes de energía, o sea, no parar nunca. Cuanto más, mejor.

Aquel soldadito americano que está en un cuartel en los Estados Unidos apretando un botón, no sabe lo que está haciendo. Porque está lejos. Estás cada vez más alejado de los efectos de tus propias acciones. Por lo tanto, todos somos drones en ese sentido. Compramos carne en el supermercado cuadradita, bien empaquetadita, refrigeradita, sin la cara del bicho. Y estás lo más lejos posible de esa cosa horrible que es el matadero. De aquella cosa horrorosa que son las haciendas en donde las gallinas están alineadas en jaulas estrechas. Si la gente recordara que el 50% de las gallinas que nacen son gallos y que ese 50% que nace se tritura al nacer...
...para convertirse en pienso porque no pone huevos, tal vez no conseguiría comer gallinas. Si viese que la mitad de los pollitos van todos vivos a la máquina trituradora, tal vez mejorase un poco. Pero la gente no quiere saberlo. En eso somos iguales al soldado americano que aprieta el botón para matar inocentes en Pakistán. Hacemos lo mismo con las gallinas. Somos drones. Tenemos una relación con el mundo igual a la que los Estados Unidos tienen con sus máquinas de guerra. Somos como los pilotos de la bomba atómica que no sabían bien lo que estaban haciendo cuando soltaron la bomba atómica sobre Hiroshima. Disociación mental. Eso de no darse cuenta de lo que hacemos, por una parte está aumentando.

la desesperación sería un lujo. Si pensamos en nosotros mismos, en nuestros hijos, y en otros vivientes que existen y van a existir, desesperarse no es una opción...
...Stay with the trouble. Quedarse, vivir con el problema. Aguantar. No solo es soportar el golpe. Es: sí, tenemos el mundo empobrecido, pero vamos a vivir en él. Lo que significa vivir como la gran mayoría de las personas ya vive. Personas que no pueden protegerse de este mundo que hemos creado, o creemos haber creado. Hay una parte de poblaciones que stay with the trouble desde hace mucho tiempo, y vamos a tener que aprender de ellas.


Aquí la entrevista entera en donde el antropólogo Eduardo Viveiros de Castro y la filósofa Déborah Danowsky reflexionan sobre el planeta y Brasil a partir de la degradación de la vida provocada por el cambio climático...

1 comentario:

  1. Se han cumplido treinta años de la publicación del ensayo que más ha influido en la consolidación de la cultura y la economía neoliberal: "¿El fin de la historia?", de Francis Fukuyama (1989) (convertido tres años más tarde en libro), donde afirmaba que la única opción viable es el liberalismo capitalista y, por tanto, las ideologías ya no eran necesarias ya que la economía las sustituía. Nacía así "el pensamiento único",

    Fukuyama se arrepiente ahora de sus predicciones no cumplidas y arremete contra los "neocons", principales beneficiarios de su pensamiento. El daño ya estaba hecho hace treinta años, porque tuvo dos alumnos aventajados: Ronald Reagan y Margaret Thatcher, quienes pusieron en marcha el llamado "capitalismo popular", con menos Estado y liquidación de los servicios públicos. Por su parte, los partidos socialdemócratas europeos y los liberales estadounidenses se quedaron sin capacidad de respuesta. Había triunfado el pensamiento único mientras crecían las desigualdades.

    Los asesores de Bill Clinton, en la campaña de 1992, se apresuraron a dar forma al pensamiento único y patentaron el eslogan: "Es la economía, estúpido". En Europa Tony Blair, con su "Libro Blanco", inauguraba el desmantelamiento ideológico de la izquierda democrática. Se había cerrado el círculo tras la caída del muro de Berlín y el derrumbe del mundo soviético. Fukuyama jugó con ventaja en un momento en que la incertidumbre y el miedo se instalaban en el mundo occidental.

    De aquellos polvos vienen estos lodos. Los lodos de la extrema derecha que recorren Europa sin parar, porque los ciudadanos no terminaban de ver la diferencia entre derecha e izquierda. El "todos son iguales" empezaba a ser el grito de los nuevos "parias de la tierra" (igual que en la Alemania pre-Hitler).

    Hoy, más que nunca, es necesario recuperar el debate ideológico, de lo contrario corremos el riesgo de seguir ahondando en la desafección del ciudadano en la política y en la sensación de que la reivindicación y la lucha (otrora, motor de las conquistas sociales) no sirve para nada.

    En las campañas electorales no hay debate ideológico. El ruido, el insulto, la descalificación y la mentira como recurso impugne lo copan todo. Todos hablan de defender el Estado de bienestar, de garantizar una sanidad pública, unas pensiones dignas, una educación de calidad y, todo ello, bajando los impuestos. ¿Entonces da igual a quien votes? Este discurso diluido, sin alma, falso, a quien más beneficia es a la ideología de derechas porque para ellos lo importante es no asustar, colocar el mensaje (Bannon, dix) nunca hablan de privatizar. Hablan de garantizar la sanidad. Madrid y Valencia fueron las cobayas de experimentación del progresivo desmantelamiento de la sanidad pública en favor del sector privado (eso sí, con dinero de los contribuyentes ya que en España, a diferencia de los EE UU, los empresarios no arriesgan, parasitan a las administraciones, cuando la derecha toma el poder).

    En el corazón de la ideología de izquierdas está la defensa de la sanidad, educación, pensiones, servicios sociales públicos. No cabe el negocio en estos servicios. España y Europa no son EE UU.

    Por ello me pongo a temblar cuando escucho hablar de la necesidad de "pactos de Estado" en estas materias. No puede haber pactos de Estado cuando unos pretenden privatizar lo que costó sudor y lágrimas a las generaciones anteriores. La obligación de los partidos de izquierdas es mantener y mejorar lo público y explicarlo a los ciudadanos. ¡Cómo echo de menos la asignatura "Educación para la Ciudadanía"! Por eso se la cargaron las ideologías de derechas, no quería ciudadanos concienciados en la defensa de lo público.
    https://mas.lne.es/cartasdeloslectores/carta/34440/ideologia-estupido.html

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