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jueves, 27 de junio de 2013

intentar suprimir un pensamiento es la mejor manera de que este pensamiento regrese una y otra y otra vez a nuestra consciencia...

Un fenómeno que todos hemos experimentado es el siguiente...
...mañana tenemos un gran día por delante, ya sea un viaje, un examen o cualquier otro evento importante, y necesitamos descansar, queremos descansar lo antes posible. Esa noche, a las tres de la mañana, estamos más despiertos y alertas que cualquier otro día, maldiciendo por lo bajo e intentando lograr al menos un par de horas de sueño.

Quizá haya un consuelo en saber que no estamos solos en esto...
 Gross y Borkovec (1982)
...encontraron que instrucciones dirigidas a dormirse cuanto antes hacen que los sujetos tarden más en dormirse, hallazgo replicado por Wegner y sus colaboradores (1993). 
El fenómeno inverso también ha sido observado: indicar a las personas con insomnio que permanezcan despiertas puede ayudarlas a dormir (Ascher y Efran, 1978), y tampoco es desconocido para nosotros el fenómeno de empezar a cabecear o quedarnos dormidos cuando estamos prestando atención a algo importante (como por ejemplo, la lectura de este artículo), aunque aún hay poca investigación sobre el particular.

Más frecuentemente de lo que quisiéramos, los intentos de controlar algunos eventos de nuestra mente resultan en un tiro por la culata: todos conocemos la desesperante experiencia de acostarnos a dormir, sólo para encontrarnos a las dos de la mañana acostados en la cama con los ojos abiertos de par en par, pensando “tengo que dormirme”. Lo mismo nos suele suceder cuando queremos dejar de preocuparnos, concentrarnos en algo, quitarnos el mal humor, distraernos de un dolor físico, ser humildes, relajarnos, no ser prejuiciosos, etc.: una y otra vez nos encontramos haciendo exactamente aquello que intentábamos evitar.

La literatura que da cuenta de estos fenómenos los denomina “procesos irónicos” (Wegner, 1994). Básicamente, la teoría dice que los procesos que obstaculizan el control intencional de los estados mentales son inherentes a ese mismo control. Dicho de otro modo, los intentos de control de las experiencias internas están condenados a fallar precisamente por la manera en que funcionan, y  estos intentos de control no fallan de cualquier manera, sino generando exactamente lo opuesto a lo que se quiere controlar.

En palabras de Wegner: “no es sólo que cometemos errores, sino que una gran parte de ellos caen en una categoría especialmente grave: el error precisamente contra-intencional”. Es ese tipo de error que nos hace decir exactamente lo peor que podríamos decir en una situación social.

Los errores suceden, pero es llamativo que este tipo de error suceda con tanta frecuencia. No sólo perdemos el control sobre lo que queremos decir o pensar, sino que surge su exacto opuesto (su “reverso irónico”, como lo llama Wegner). Hay muchos ejemplos de esto en la vida cotidiana: apenas se empieza con una dieta, no podemos evitar que nuestra mente se llene con pensamientos de comida; llamamos a nuestra nueva pareja con el nombre de nuestra pareja anterior, no podemos dormir cuando intentamos hacerlo, etc.

Para que surjan los procesos irónicos deben cumplirse una serie de condiciones previas:

La persona debe intentar activamente controlar el contenido; no basta con querer controlar, sino que se requiere un esfuerzo activo por controlar.
El contenido a controlar debe ser controlable en principio.  Esto excluye cosas como ser más creativo, ser más inteligente, ser más saludable.
Los procesos irónicos se hacen más visibles en cuanto aumenta el estrés al cual está sometida la persona. Cualquier estrés o carga mental extra aumenta la expresión de los procesos irónicos.
Los procesos irónicos se manifiestan más frecuentemente cuando el resultado que se busca es la ausencia en lugar de la presencia de un contenido mental: es más probable que surjan bajo un “no pienses en…”, que bajo un “pensá en…”. Dicho de otro modo, la aparición de procesos irónicos aumenta cuando el objetivo es suprimir un contenido interno y disminuyen cuando el objetivo es crear un contenido interno.

Las investigaciones sugieren que los intentos de suprimir pensamientos, de concentrarse, de controlar el estado de ánimo, de dormir, de relajarse, etc., no solo pueden fallar, sino que, cuando se añade presión o estrés a la tarea, pueden producir efectos diametralmente opuestos a los deseados.

Si consideramos los diagnósticos más frecuentes en la clínica, veremos que muchos de ellos involucran intentos de controlar de alguna manera contenidos internos: el trastorno de ansiedad generalizada se define por la incapacidad de controlar la preocupación, las personas con trastorno obsesivo compulsivo sufren de pensamientos indeseados persistentes, las personas con diagnóstico de estrés postraumático intentan no recordar el evento traumático y controlar su malestar, etc. A tal punto está presente este fenómeno en la psicopatología que ha recibido nombre propio: evitación experiencial (Hayes et al, 1996), definida como intentos de controlar o reducir contenidos internos (emociones, pensamientos, recuerdos, sensaciones, impulsos de acción), o las situaciones que los disparan. Un gran número de investigaciones ha encontrado que la evitación experiencial funciona como mediador en gran parte de los trastornos psicológicos más habituales en la clínica.

La literatura sobre los procesos irónicos y su equivalente psicopatológico, la evitación experiencial, sugiere consistentemente que tenemos menos control sobre nuestros estados internos justamente cuando más lo necesitaríamos. Podemos controlar nuestra preocupación cuando es poco importante, pero cuando el tema de la preocupación es vital o cuando la preocupación en sí se transforma en una carga, intentar no preocuparse puede disparar justamente el efecto contrario. Intentar no experimentar una emoción, como por ejemplo celos, puede ser posible mientras no haya perturbación extra y los celos no sean tan intensos, pero cuando estamos estresados, o si los celos mismos son lo suficientemente intensos, intentar controlarlos puede provocar una escalada. Para las personas que llegan a terapia (cosa que suele suceder cuando el malestar es significativamente alto y cuando han fallado las estrategias habituales), ofrecer más estrategias de control y reducción del malestar quizá no sea la mejor alternativa. Pero si los procesos irónicos están firmemente establecidos, tampoco resulta útil ignorarlos o hablar de otro tema, ya que esto podría empeorar la situación.

En los últimos años, consistentemente con estas investigaciones, ha surgido un número de terapias que no emplean estrategias de control, sino de aceptación para lidiar con los trastornos que surgen como consecuencia del fallo de las estrategias de control. Estas terapias (llamadas “terapias de tercera ola”), no ponen el foco del tratamiento en la reducción de los síntomas, sino más bien en la ampliación del repertorio conductual, en enriquecer la calidad de vida, permitiendo así reducir la energía y el tiempo dedicado al control de las experiencias internas y redirigirlos hacia objetivos vitales importantes, más amplios. Además de esto, se enseñan y practican nuevas habilidades para lidiar con las experiencias internas, habilidades que reemplacen los intentos inefectivos de control.

Dentro de estas terapias encontramos ACT (terapia de aceptación y compromiso), DBT (Terapia dialéctico conductual), MBCT (terapia cognitiva basada en mindfulness), Activación conductual, entre muchas otras. Una tendencia que puede parecer paradójica en la eficacia de algunos de estos modelos basados en aceptación es que parecen funcionar mejor con los pacientes que experimentan mayores niveles de malestar. Pero a la luz de las investigaciones aquí revisadas, quizá no sea tan paradójico esto: los intentos de control de las experiencias internas fallan espectacularmente cuanto mayor es el nivel de estrés.

A la luz de esto, encontramos una nueva sabiduría en este extracto de la conocida “plegaria de la serenidad”,
concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que puedo cambiar, y la sabiduría para conocer la diferencia.

De acuerdo con lo que hemos estado viendo, las cosas que no podemos cambiar (al menos, no de manera muy efectiva), incluyen los estados internos, emociones, recuerdos, pensamientos,etc., mientras que las cosas que sí podemos cambiar son nuestras acciones. 
Quizá, al disminuir el control que aplicamos sobre nuestras emociones y pensamientos, podamos hacer espacio para ganar en el control de nuestras acciones.


martes, 18 de junio de 2013

Los monos y las bananas... o "A qué renunciamos por seguir cargando con antiguas creencias?"

En 1967 un equipo de científicos liderado por Stephenson realizó el siguiente experimento...
...encerraron a cinco monos en una jaula, en cuyo centro situaron una escalera con unas apetitosas bananas en lo más alto.
El mono mas espabilado y rápido enseguida se aventuró a subir los peldaños para hacerse con el botín. En ese mismo instante, los científicos rociaron al resto de los monos, que estaban en el suelo, con chorros de agua helada. Al cabo de poco tiempo, los monos dedujeron que cada vez que uno de ellos subía a por las bananas, los que quedaba abajo recibían, como castigo, el chorro de agua fría.

Como resultado del aprendizaje, cada vez que alguno hacía el ademán de subir por la escalera, el resto se lanzaba encima del aventurero y se ensañaban con él para disuadirle de que llevase a cabo su hazaña. Con el tiempo ninguno de los monos se atrevía a subir la escalera, a pesar de la tentación de las bananas.

En ese momento, los científicos decidieron cambiar a uno de los monos. El recién llegado, al ver las fantásticas frutas, se dispuso a subir las escaleras. El resto de los monos lo bajaron rápidamente, propinándole una buena paliza. Después de intentarlo en otras ocasiones y recibir palizas una y otra vez, el nuevo integrante del grupo cesó en su empeño, pese a que nunca entendió el porqué de tantos golpes.

Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió exactamente lo mismo. En esta ocasión, el primer sustituto se apuntó con entusiasmo a propinarle la paliza al novato.

Los científicos fueron cambiando uno a uno a los monos hasta que no quedó ninguno de los originales. Cinco monos que habían cejado en su empeño de subir a por las bananas, y que además golpearían al que se atreviese a ir a por ellas, a pesar de no haber recibido jamás un chorro de agua fría.

Esta historia representa muy bien a la sociedad actual, en donde esos nuevos monos que jamás han recibido ses agua fría, y cuando llega un nuevo mono, éste, sorprendido, se pregunta, pero que hacéis??? porqué me estáis dando esta paliza??? y uno de los monos, que no se sabe todavía, porque no se ha podido demostrar, si era del PP o De UPYD, le dice a ese mono "indignado"...
"aquí las cosas siempre han sido así", "aquí las cosas siempre las hemos hecho de esta manera", "no vengas tú, a cambiar ni a romper este país ni sus tradiciones."

La única solución es que una vez, uno de los monos de un portazo en la puerta y les diga "ahí os quedáis idiotas (Idiota.- Del griego idiotés, utilizado para referirse a quien no se metía en política, preocupado tan sólo en lo suyo, incapaz de ofrecer nada a los demás.)
Tenemos que romper las trampas también, en donde estamos repitiendo comportamientos que nos impiden crecer, y que corresponden a nuestros propios carceleros.

...A cuantas bananas estaremos renunciando por seguir cargando con antiguas creencias que ni tan siquiera son nuestras, sino que son adoptadas.???
...A qué parte de nuestra vida renunciamos por creer en un Dios, una religión, etc. de las cuales ni sabemos, ni conocemos el porqué de sus inicios; simplemente repetimos patrones que nos han enseñado, que a su vez les han enseñado otros, sin realmente, tener el conocimiento del porqué se enseñaron esos patrones.???
...que parte de nuestra educación y de la educación que nosotros les damos a nuestros hijos, o la que nuestros padres nos han dado, está fundamentada en falsas creencias, de las cuales ni conocemos el origen, ni la función por la cual se enseñaban, pero que seguimos reproduciendo, cual monos que no suben la escalera sin saber el porqué.???

jueves, 13 de junio de 2013

Tanto si piensas que puedes como si crees que no puedes, estás en lo cierto...

Tanto si piensas que puedes como si crees que no puedes, estás en lo cierto... Henry Ford

Los últimos años se ha puesto de moda el fenómeno denominado "efecto Pigmalion", del cual ya hemos hablado en este blog aquí, que hace referencia a cómo el comportamiento de un individuo se ve alterado según las expectativas que los demás tienen de éste.
Aunque ya hay muchos libros, blogs, estudios, que nos hablan de este efecto, yo quiero ir un poco mas allá y de manera amena relacionarlo con la física cuántica, una de las ciencias mas fascinantes que hemos desarrollado los humanos, y con la crianza respetuosa y con apego...
...al final, resulta que todo está relacionado, solo nos falta encontrar la relación
Explicado de forma muy sencilla, una persona que goza de la confianza de sus superiores -tal vez incluso mas allá de sus capacidades- dará un rendimiento muy por encima de lo previsible, mientras que aquella a la que se transmite una visión negativa de sus posibilidades rendirá muy por debajo de lo que podría.

Nos comportamos según se espera de nosotros, esa sería la conclusión, y lo más sorprendente es que eso también sucede en el ámbito microscópico de la física cuántica. Con una importante diferencia...
...así como en psicología sabemos cómo se produce el "efecto pigmalión", en física se desconoce el porqué.

Ya decía Buda a sus discípulos, que somos lo que pensamos, ya que nuestra forma de ver el mundo, acaba dando forma a nuestra realidad.

En Física hay un debate sobre la luz, si es una onda o una partícula y una de las verdades provisionales muy arraigadas hasta principios del S.XX, era que cualquier cosa podía estar formada o bien por ondas o bien por partículas, pero nunca por ambas...

...en 1801 Thomas Young ponía en duda la creencia , heredada de Newton, de que la luz estaba formada por un haz de diminutas partículas, mediante el "experimento de la doble ranura" -quien quiera saber mas sobre el experimento, aquí y aquí-, ofreció una prueba irrefutable de que la luz es en realidad una onda.

...en 1905 Albert Einstein, oficial de tercera clase de una oficina de patentes suiza, escribe tres artículos, en uno de los cuales toma prestado el término denominado "cuantos" de luz, después llamados fotones, de Max Planck, y elabora un experimento o efecto fotoelectrico por el cual llevaría el premio noble de física en 1921.

En resumen...
 ...si le preguntamos a la luz si es una onda, nos contestará afirmativamente si utilizamos el experimento de Young, mostrándonos un patrón de interferencia; Pero si le preguntamos, si es una partícula, mediante experimento de Einstein, nos contestará afirmativamente que también lo es.

Que la luz se manifieste como onda o partícula depende del experimento que decidamos realizar. Es decir, los resultados que esperamos obtener condicionan que la luz se muestre como una cosa o la otra.

Realmente te crees aquello que ves??? o no será que ves aquello que crees???

Y como relacionar todo esto con nuestros hijos...
...pues tus expectativas y creencias, las proyectas sobre ellos, con lo cual si crees y le dices a tu hijo que no se le da bien algo, o que no puede hacer una cosa, se convencerá de tu creencia y expectativa, creando su realidad de acuerdo a ella...
...pero si por el contrario los observamos con atención, intentando descubrir sus talentos, lograremos que nuestras creencias y expectativas cambien, potenciando lo que hacen bien, y diciéndoselo, con lo cual lograrán un mayor autoconcepto de sí mismos.

Somos expertos en saber que hacen bien nuestros hijos, así que apoyémoslos, potenciemos sus talentos con sinceridad, ayudémoslos a que logren conocerse a sí mismos, para que crezcan en un ambiente propicio para lograr disfrutar de su vida, desarrollando lo que mejor saben hacer, porque cuando una persona llega a adulta, sientiéndose motivada y logrando hacer lo que le gusta, será feliz.


Extractos del libro...
AUTOR: Fernández-Vidal, Sonia
TÍTULO: Desayuno con partículas : la ciencia como nunca antes se ha contado / Sonia Fernández-Vidal, Francesc Miralles
PUBLICACIÓN: Barcelona : Plaza & Janés, 2013

Para quien quiera leer mas sobre el tema del efecto pigmalion en la crianza...


miércoles, 12 de junio de 2013

No soy más que nadie ni menos que ninguno...

No soy más que nadie ni menos que ninguno...
– repitió haciendo ese ademán que tanto odiaba con la mano-
...no te estoy analizando, te estoy comprendiendo!!!

yo...
...sí me tomo en serio eso de “conocer a la gente”, en saber qué les pasa, en escucharlas, no ando por el mundo haciendo como que las escucho mientras pienso en mis cosas...
...las escucho de verdad porque me interesan..

De esta práctica tan poco común, tan en desuso, me he construido un alma a la medida de todos los dolores, de todos los amores, de todos los espacios entre grises y negros, entre blancos y rosas, entre rojos… que tienen los que cuentan.

No te digo que es grato, a veces solo se sufre, pero tampoco diré que me es ingrato, también soy feliz .

No concibo al hombre como a un ser individual, no lo separo, cómo podría serlo...
...si amar no lo es???
acaso no sería entonces un mundo narcisista si solo nos preocupara lo que sentimos???
-asentí con la cabeza, no podía restarle su cuota de razón a sus dichos-
Tú no comprendes...
...solo ves lo que quieres ver, lo que te enoja, lo que te llega como una ofensa, como un reto, crees que hurgo entre tus cosas buscando quién sabe qué extraños secretos, qué despiadados sentimientos ocultos...
...pero jamás te negaste a mis preguntas y nunca rechazaste la respuesta!!!

Por eso...
...por todo cuanto he aprendido a conocerte, permíteme tan solo decirte antes que deje de tratarte, de verte, de escucharte, que tu discusión conmigo, querida amigo...
...es una discusión tan solo con tus miedos.

martes, 11 de junio de 2013

"Vivir sencillamente para que otras personas sencillamente puedan vivir."

Vivir la sencillez es no necesitar tener muchas cosas para ser feliz; es tener más alegría al dar, o al compartir, que al recibir; es vaciar el corazón de todas las cosas innecesarias que lo ocupan, y llenarlo de amistad, de cercanía humana con los demás.

Es creer que tu valía y dignidad está en lo que eres como persona y no en lo que tienes, lo que posees o la posición social que ocupas. Es solidarizarte con personas que viven injustamente en la pobreza y necesidad.

Es poner tu confianza y seguridad, no en el dinero o posesiones, sino en tus capacidades, en tus convicciones, en tus emociones, en tus sentimientos, en tu fuerza interior y en la de aquellos que te aman y aprecian; intentando reflexionar sobre lo que te hace daño, sobre las emociones negativas que te duelen, sobre los automatismos inconscientes que te generan culpa; para evolucionar, para desarrollarte como persona.

Es trabajar para vivir y no vivir para trabajar.

Es disfrutar de los innumerables regalos que la vida, la Naturaleza, te ofrece constantemente cada día... un rayo de sol que te acaricia el rostro, el sonido del mar cuando vas al trabajo, el ayudar a alguien desconocido porque así lo sientes, el escuchar a personas que necesitan ser escuchadas... y que pasan desapercibidos para la mayoría de gente.

Es respetar y cuidar de la Naturaleza, de las personas, y de ti mismo, con tu forma de vivir...


El 30 de septiembre de 2008 cuando el doctor llegó y me dijo que mi madre tenía un paro cardiorespiratorio, me dijeron que debía tomar una decisión; me dijeron, podemos hacer...
...
a. Tratar de revivirla, pero probablemente le vamos a quebrar todos los huesos del cuerpo.
o
b. Dejar que la vida tome su curso y dejarla descansar en paz.

... y francamente tuve un minuto para decidir entre la vida y esto. 
Me dijeron que no dejara que la decisión que tomara me persiguiera por el resto de mi vida. Así que decidí dejarla ir. Me puse a su lado y le agradecí todo lo que había hecho por mi. Le agradecí por la forma en que me crió, lo triste es que fue la única vez que se lo dije. Nunca le dije cuanto la amaba... nunca le dije nada hasta ese momento, después de eso la besé y le dije adiós. 

Fuí a la sala de espera y escuché todos estos sonidos extraños, después levanté la cabeza y pregunté...
ya terminó??? y el doctor me contestó... sí, ya terminó.
Hasta hoy ella sigue en mis recuerdos, cuando hago mis trabajos, cuando hago todo, pienso que es porque ella me enseñó a como amar, como ser amable, como ser yo mismo y no fingir. Vivir cada segundo como si fuera el último y siempre ayudar al más pobre...
"Vivir sencillamente para que otras personas sencillamente puedan vivir."

sábado, 8 de junio de 2013

Mamá ¡nunca me dejes llorar!

Cinco segundo en dos minutos, a cámara superlenta, en donde el bebé cambia su rostro y su emoción al agarrarlo su madre...

... Mamá, nunca me dejes llorar!!!

De amor se vive (1982) - ensayo vital de un niño de 9 años.

Resulta sorprendente escuchar a Franck, un niño de 9 años, hablar sobre la sexualidad, cómo los adultos temen a los niños, y su filosofía sobre qué es una "buena vida"...

...sobre el amor, sobre el placer, sobre la guerra, sobre la droga.


Su claridad mental, mucho menos intoxicada que la de los adultos, me resulta reveladora, como analiza conflictos universales, sin tamices, casi sin prejuicios, desde esa visión limpia, que poseen los niños.

habla desde el amor y no desde el temor por eso no tiene pelos en la lengua y dice lo que realmente siente...

La infancia es inimaginable, no sabemos lo que puede un niño porque ya olvidamos todo lo que éramos capaces...
Silvano Agosti y Franck, nos ayudan a recordarlo.

jueves, 6 de junio de 2013

La verdad es que he tenido suerte.

La verdad es que he tenido suerte. Nunca he tenido que preguntarme dónde estará mi próxima comida. Nunca he temido que un ejército extranjero venga en la noche con machetes o armas de fuego, a matar o herir a mi familia. Nunca he tenido que correr por mi vida (algo que aún podría hacer ahora de todos modos). Lamentablemente, estas son cosas, que algunas personas tienen que hacer todos los días, ahora. Tengo una certeza, única e inevitable, moriré, igual que tú, igual que todos, los que han muerto y los que morirán.

Como dice R. Dawkins: "Te preparas para la muerte enfrentándote a la verdad. La vida es lo que tenemos, así que mejor vivamos nuestras vidas por completo mientras la tengamos, porque no hay nada después. Somos afortunados accidentes o al menos cada uno de nosotros lo es, si no hubiéramos estado aquí otros habrían estado en nuestro lugar. Tomo todo esto para reforzar mi visión de que soy afortunado de estar aquí y también lo eres tú, y debemos aprovechar nuestro breve tiempo aquí al máximo para intentar entender las cosas y conseguir una completa visión del mundo y la vida tanto como nos permitan nuestros cerebros, que es algo bastante completo."

"No somos mas que simples portadores genéticos...Porqué muchos de nosotros tienen que llevar una vida tan extraña? Si vivieramos de forma simple, una vida simple, sin pensar demasiado, y nos afanáramos solo por mantenernos con vida y reproducirnos, no se habría logrado con creces nuestro objetivo de transmitir el ADN? que ganan los genes con el hecho de que existan personas que lleven una vida complicada y retorcida...? un hombre que encuentra placer en violar niñas antes de su primera regla...creyentes que rechazan la transfusión de sangre y se mueren por voluntad propia, una embarazada de seis meses que se suicida con una ingesta de somníferos...que beneficios obtienen los genes de que esta gente exista? acaso disfrutan los genes de esos retorcidos episodios...o los aprovechan con un determinado fin?" - piensa Aomame en 1Q84.de Haruki Murakami.

Poseemos menos libre albedrío de lo que tendemos a creer. Y es que el libre albedrío, desde nuestro punto de vista, no viene dado, no es la opción por defecto del ser humano. Este libre albedrío tan limitado debe ser conquistado mediante el conocimiento, el autoconocimiento y el del mundo. Suponiendo que el libre albedrío pueda existir, está demostrado que nuestra libertad de juicio y de toma de decisiones está muy limitada. Somos muchísimo menos libres de lo que pensamos que somos.

Olvida el odio, te hace perder momentos maravillosos. No creas que por pensar mucho en ello, solucionas tus problemas. Puedes decidir hacer esto o aquello, pero que no te digan que esto o aquello es lo que debes hacer. No te arrepientas, Nuestras acciones son únicas, y tienen unas consecuencias, esperadas o no, pero jamás se puede volver atrás, reflexiona, decide, y actúa. Pide perdón si te equivocas, pero sé consciente, de que no puedes volver atrás. No creas en un más allá, me alegra decirte que no existe, te mueres y ... nada, si, nada, y me parece algo maravilloso, ser consciente de que la muerte es necesaria para valorar lo que tenemos aquí y ahora, no pensar que aunque aquí sea desgraciado vendrá luego algo mejor. Pobres suicidas que mueren y empiezan de nuevo, entonces. NO, es el final, eso está claro, y por ello, por esta clara convicción, Sé feliz.

Mark Twain: “No tengo miedo a la muerte, he estado muerto durante miles de millones de años antes de nacer y no he sufrido el más mínimo inconveniente por ello”.

El libre albedrío, concebido como la libertad de hacer elecciones no impuestas, ni impredecibles, entre otras alternativas, simplemente no existe...

...Cualquier decisión que nosotros tomemos, incluidas las que creemos basadas en razones cuidadosamente sopesadas, está predeterminada por lo que previamente sucede en el cerebro, procesos fisico-quimicos, que son quienes realmente deciden.

Recuerdos.

Eran momentos inconexos, pequeños retazos de vida, que traspasaban mi inconsciente, para hacerse presentes en mis recuerdos, no quería que abriesen esa caja bien cerrada, con llaves y cerrojos, que me asustaba en todo su contenido, los años olvidan recuerdos, pero el tiempo enseña que siempre están ahí, presentes, vives con ellos, tras ellos, muchas veces desaparecen, para en el momento mas inesperado, te dan una bofetada en la cara, te recuerdan que están ahí presentes, que no se te olvide; caen lágrimas y no sabes porqué, la tristeza te embarga, no tienes ninguna culpa, tu no querías hacer nada, es más, tu experiencia en aquellos años no permitía ser consciente del acto en el cual estabas inmerso, y ahora tantos años después, con horror intentas no encontrar esa llave, que no se rompan esos cerrojos, que esa caja no se agriete, es difícil, pero jamás se supera, simplemente aprendes a vivir con ello. 

Hay que estar dispuesto a dejar de lado lo que piensas que deberías ser, para ser quien eres.

Hay que contar la historia de quien uno es, con todo corazón, hay que tener el coraje de ser imperfectos, tener la compasión de ser amables con uno mismo primero y después con los demás, lo que te hace vulnerable, te hace fuerte como persona, hay que estar dispuesto a invertir tanto en la amistad como en el amor, sin esperar ningún beneficio, es algo fundamental, inherente a nuestras vidas, hay que dejar de controlar y predecir, estar dispuesto a dejar de lado lo que piensas que deberías ser, para ser quien eres. La vulnerabilidad es el núcleo de la verguenza y el miedo y de nuestra lucha por la dignidad, pero también es el núcleo de partida de la alegría, la creatividad y el amor. Ama con el corazón, sin tener garantías, se vulnerable, porque implica que estás vivo y cree en ti, cree que eres capaz, deja de gritar y empieza a escuchar, se mas amable y considerado con los demás y aprenderás a serlo contigo mismo.