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martes, 9 de abril de 2013

Amam Æara (Amigo del alma)


En la visión de la vida que tenían y transmitieron los celtas hay un concepto fundamental que es la amistad. Este término fue para ellos de muy amplia significación. En efecto, no se refiere solo al sentido que utilizamos nosotros en la actualidad. La idea celta de amistad abarca además, cuestiones relacionadas no solo con el otro sino también con uno mismo, e incluso trasciende hacia las relaciones armónicas universales.
El hombre se mueve pues en un mundo ambivalente y misterioso con la serenidad que le otorga el saber que no hay nada que no este en amistosa armonía con el resto. Por eso el cosmos nunca puede ser atemorizante sino venerable. Desde esta perspectiva, el universo o el devenir puede resultar incomprensible por momentos pero en el fondo, la fuerza unificadora de la amistad nos une indisolublemente a él, y con toda certeza es sabido que esta unidad armonizadora se pondrá en evidencia tarde o temprano.

Los celtas tenían una expresión “Amam Æara”, que significa "amigo del alma". Es el concepto más elevado que puede alcanzare en una relación. Es un vínculo que trasciende todas las convenciones y categorías. Tal es el grado de profundidad de este lazo que nadie que no hubiera alcanzado una relación armónica (de amistad) con uno mismo, puede aspirar a tener un Amam Æara.
En efecto, para generar lazos genuinos con los otros, el equilibrio interior-exterior es esencial. Y nadie puede ayudarnos a alcanzar ese equilibrio sino nuestra propia voluntad. Mantener en armonía y amistad lo interior y lo exterior, lo visible y lo invisible, lo humano y lo divino, lo temporal y lo eterno, es una tarea que compete exclusivamente a cada uno de nosotros.

Los amigos se necesitan entre sí justamente porque no se necesitan. Esta es la desinteresada paradoja que pone en evidencia la autenticidad de una amistad. La fragilidad deja traslucir una secreta fortaleza que solamente se configura cuando en perfecto equilibrio, libertad y generosidad habilitan la serena dimensión en la que los verdaderos amigos pueden descubrirse mutuamente.

Solo cuando se ha alcanzado el equilibrio entre lo interno y lo externo, podemos aspirar a convertirnos en amigos de nuestra propia alma y estaremos listos para conocer el sentido más elevado de la amistad, el Amam Æara.

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